Gritos. Desahogo. Emoción. Con algo de suspenso, Sofía Cairo, la número 20 de las Leonas, fue para un lado, dejó que la arquera belga Aisling D’Hooghe saliera del arco y buscó el palo más lejano. La bocha ingresó muy cerca de que expiraran los ocho segundos de plazo para el disparo. Fue el gol del 3-1 en la definición por penales australianos y Bélgica ya no tenía chances. La medalla de bronce, entonces, quedaba para el pecho de las argentinas, que la festejaron a puro llanto, luego de haber empatado 2-2 el partido.

Argentina y Bélgica fueron a la definición por penales australianos luego de empatar 2-2 en tiempo reglamentario (Agustina Gorzelany y Agustina Albertario anotaron los goles de las Leonas). El shoot-out comenzó con un guiño para el equipo albiceleste. Charlotte Englebert, la número 6 de las europeas, consiguió que Cristina Cosentino, arquera de las Leonas le dejara un palo libre. Hacia allí enfocó el remate, pero la bocha se fue ancha. La ventaja, entonces, quedaba para las jugadoras argentinas. La primera en hacerse cargo del penal fue la jovencísima Lara Casas (19 años). Al borde de los ocho segundos, la jugadora argentina encontro el resquicio en la defensa de la arquera belga y convirtió el 1-0 para las argentinas. Puño derecho en alto y festejo de las dirigidas por Fernando Ferrara.

El segundo penal de las belgas agrandó la figura de Cristina “China” Cosentino, la Dibu Martínez de las Leonas. Porque adivinó la intención de la encargada del disparo, Vanessa Blockmans, y puso más luz de ventaja entre las europeas y las argentinas en busca del bronce. Argentina, entonces, podía ponerse 2-0 arriba. La designada para el segundo penal albiceleste fue Julieta Jankunas, una de las referentes del equipo. Sin embargo, luego de una sucesión de amagues la arquera belga Aisling D’Hooghe le extirpó la bocha y anuló las chances de gol.

En el tercer penal de Bélgica, Cosentino no pudo hacer nada para evitar la caída de su arco. La encargada del disparo, Justine Rasir, definió perfecto y la dejó sin chances para poner el marcador 1-1. Pero las argentinas tenían un penal menos y la posibilidad de establecer el 2-1 en el tablero de la definición. Ferrara, el entrenador albiceleste, volvió a confiar en una juvenil. Como antes había hecho con Casas (19 años), ahora le tocó a Zoe Díaz (18 años), la más joven del equipo. Al igual que Casas, juega en el Club Italiano y disputó la Copa Mundial juvenil el año pasado. La responsabilidad no le pesó: anotó su penal luego de irse hacia la derecha, esperar la estirada de la arquera belga y encarar hacia el medio. Con una definición de revés, anotó el gol. Hubo algunos instantes de incertidumbre por una revisión de la jugada, pero finalmente el gol subió al marcador. Argentina estaba 2-1 y Bélgica tenía que resolver su cuarto penal con poco margen de error.

En el cuarto disparo de las europeas volvió a lucirse Cristina Cosentino, otra de las grandes responsables de la medalla de bronce. No sólo por su actuación este viernes en el partido decisivo, sino por todas sus salvadas a lo largo del torneo olímpico. Esta vez, la “China” se estiró todo lo que pudo para intentar repeler el disparo de Stephanie Vanden Borre. Intuyó perfectamente que iba a cruzar la bocha y consiguió evitar el gol. Argentina, entonces, estaba match-point.

La encargada del cuarto penal argentino, que podría darle la medalla de bronce a las Leonas a la primera de cambio, sin esperar al quinto disparo de las belgas, fue Sofía Cairó, jugadora de Mariano Moreno. La argentina fue para un lado, para el otro, luego hacia atrás, se generó el espacio y elevó la bocha lejos del alcance de la arquera belga. Luego dio media vuelta, abrió los brazos, dejó su palo y fue a festejar con sus compañeras. ¡Las Leonas eran de bronce!