

Mayor Competencia: Las aerolíneas pueden entrar y salir del mercado con mayor facilidad, lo que aumenta la competencia. Esto puede resultar en mejores servicios y precios más bajos para los consumidores.
Flexibilidad Tarifaria: Las aerolíneas tienen más libertad para fijar sus precios y ajustar las tarifas según la demanda del mercado, lo que puede conducir a una mayor variabilidad en los precios de los boletos.
Innovación y Eficiencia: La competencia puede impulsar a las aerolíneas a innovar y mejorar la eficiencia operativa, lo que podría traducirse en mejores servicios y menores costos operativos.
Apertura de Nuevas Rutas: Las aerolíneas pueden operar en rutas nuevas y menos reguladas, lo que podría mejorar la conectividad y ofrecer más opciones de destinos para los pasajeros.
Variabilidad en la Calidad del Servicio: Si bien la competencia puede mejorar el servicio en general, también puede llevar a una variabilidad en la calidad del servicio, ya que algunas aerolíneas podrían optar por reducir costos.
Riesgos para la Seguridad: Sin una regulación adecuada, existe el riesgo de que algunas aerolíneas puedan comprometer la seguridad para reducir costos. Por lo tanto, es crucial mantener ciertos estándares de seguridad a pesar de la desregulación.
Impacto Económico y Social: La desregulación puede tener un impacto significativo en la economía local y nacional, afectando empleos en la industria aérea y servicios relacionados.
En resumen, la desregulación de la actividad aerocomercial busca fomentar la competencia y eficiencia en el sector, beneficiando a los consumidores con mejores precios y servicios, pero también conlleva ciertos riesgos que deben ser gestionados adecuadamente.